Entrevistado: Viviana Montoya.
Entrevistador: Rubén Correa Berruecos.
El paseo la playa es un local donde hay varios locales, algunos de tatuajes, otros de ropa alternativa y varias barberías afro, pero hay una que desde el principio me había llamado la atención, era una peluquería de mujeres, de mujeres afro, Una peluquería organizada, limpia, y de la que salía una energía muy fuerte, muy alegre.
Ya había pactado una entrevista con Viviana Montoya, una de las niñas de la peluquería, la de las trenzas.
Estaban todas dentro de la peluquería, unas organizando, dos limpiando y una haciéndole unas extensiones a una cliente.
Lo primero que le dije a Viviana fue que me contara como había llegado a Medellín, me empezó a contar que salió del colegio y que la mamá no tenía para pagarle el estudio, que se dedicaba a trabajar en casa, a hacer trencitas, pero que, plata para estudio no había.
Efectivamente a eso se dedicó, a hacer trencitas, perfeccionó la técnica que le habían enseñado desde pequeña y se vino para Medellín con un tía ahí empezó a estudiar en la escuela de belleza Mariela y después la contrataron en “black” la peluquería en la que estábamos hablando.
Después de ese rápido recorrido por su niñez, la pregunta seguida era ¿cómo se relacionaba con ese espació, cómo era la convivencia con tantos hombres, tantas mujeres juntos todos en un centro comercial semi circular.
Ella dijo.
- yo me relaciono aquí bien aquí nos respetamos, nos damos la ayuda necesaria, todos conocemos a los papás de los otros, obviamente por cuestiones de trabajo de estrés uno tiene mal entendidos o peleas pero de igual forma seguimos siendo una familia y prácticamente lo único que tenemos en Medellín de nuestra cultura.-
Después le pregunté por los clientes y los otros muchachos en general, y con una sonrisa me contó que todos los días conocía a muy buenas personas, que se sabían muchas historias gracias a este trabajo.
Me contó que la gente venía a las barberías muchas veces solo a desahogarse, a buscar un consejo y que eso era lo que más le gustaba de su trabajo poderse relacionar con la gente, conocer diferentes formas de ser.
en cuánto a la otra pregunta delos hombres de las barberías habló sobre el cuidado que ellos les brindaban, de la seguridad y que eran muy respetuosos con ellas.
por último le pedí que me hablara que pensaba del lugar donde trabajaba, ella dijo “ este lugar es bonito, ponen música muy buena, está mi trabajo y mis clientas fijas, este es mi lugar, acá están todos los míos”
En conclusión y a manera de reflexión es bonito ver como
esta gente ha venido a una ciudad que les ha ofrecido algo de su cultura acá
mismo, que no se sientan perdidos, que busque identificarse en algo.
Es una muy buena sensación hablar con estas personas tan cálidas, tan amables y lo más importante tan enamorada y respetuosas de sus raíces
Es una muy buena sensación hablar con estas personas tan cálidas, tan amables y lo más importante tan enamorada y respetuosas de sus raíces
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