jueves, 16 de mayo de 2013

Reflexión Final


Las barberías más que ser un lugar para arreglarse el cabello, se convierten en puntos de encuentro, lugares  donde confluyen clientes, amigos, historias.

Las barberías en el imaginario de todos son sitios donde la gente va a hacerse algún corte de pelo, pulirse las cejas, hacerse peinados y cosas relacionadas con la cosmética.
Lo que la mayoría de gente no sabe, es que estos lugares tienen un trasfondo, que estos lugares están atravesados y permeados por una gran cantidad de aspectos estéticos, sociales y culturales.

Al visitar estas barberías nos damos cuenta que además de ser lugares con un fin exacto, tienen la facultad de ser productoras de cultura e ideologías, ya que si bien, hay una estética propia de estos lugares ligada con la música hip hop, algunos colores representativos, y en general la barbería a sido una tradición que ha ido pasando por generaciones.

El las barberías de la playa entonces, nos encontramos con unos locales visitados la mayoría del tiempo por jóvenes provenientes de las diferentes zonas costeras del país, jóvenes afro, de tez oscura jóvenes con ganas de buscar oportunidades y poder salir adelante.

Es en este momento donde se le cambia entonces la funcionalidad a un lugar, estas barberías, además de ser lugares visitados con intenciones estéticas terminan siendo como dice uno de los personajes entrevistados “ su casa” es el lugar donde se encuentran con familiares, con amigos, un lugar donde se reúnen a ver futbol a contar anécdotas, el lugar donde cada uno de los visitantes va a buscar ese pedacito de identidad, ese pedacito de tierra que les pertenece y que Medellín les puede ofrecer aún a tantos kilómetros de sus casas.

En este lugar confluyen dos cosas entonces, la primera es el deseo de unas por realizarse peinados y cortes que obedecen muchas veces a imaginarios y a modas y gustos relacionados con la música y celebridades pertenecientes a la cultura afro, que si bien no tienen que ser propias de la cultura colombiana como tan, se ven relacionadas muchas veces con la cultura afro pero de estados unidos u otros países, pero que finalmente tienen cosas en común.
“Un buen número de las identidades contemporáneas se nutren de registros culturales que se producen más allá de las instituciones , las regiones, las civilizaciones culturales, los ámbitos familiares etc”, la segunda es la necesidad de encontrarse con personas conocidas, sentirse identificado, seguro de alguna manera, y combinando estas dos se puede dar una identidad en masa, lo que conlleva a las tribus urbanas.

Otro factor muy importante en este sitio es el papel de la mujer, en este paseo también encontramos un peluquería de mujeres afro, siempre están en grupo, son muy unidas y por lo que pudimos observar este sitio parece ser de tendencia matriarcal, ellas son las que mandan, aunque muchas veces hay competencia entre ellas mismas, terminan apoyándose entre sí, crearon una forma de fraternidad de protegerse los unos a los otros, reiteramos, como una familia.

Finalmente podríamos decir que este es un espacio cerrado y apoderado por la cultura afro, por ende solo es aceptada la gente que ellos consideren apropiada, pero es una idea errónea, estas personas son abiertas, amables, cálidas, no distinguen ni les gusta ser distinguidos, simplemente son personas, con una gran carga cultural encima de la cual se sienten orgullosos de portar y transmitir.

entrevista Viviana Monyota



Entrevistado: Viviana Montoya.
Entrevistador: Rubén Correa Berruecos.
El paseo la playa es un local donde hay varios locales, algunos de tatuajes, otros de ropa alternativa y varias barberías afro, pero hay una que desde el principio me había llamado la atención, era una peluquería de mujeres, de mujeres afro, Una peluquería organizada, limpia, y de la que salía una energía muy fuerte, muy alegre.

Ya había pactado una entrevista con Viviana Montoya, una de las niñas de la peluquería, la de las trenzas.

Estaban todas dentro de la peluquería, unas organizando, dos limpiando y una haciéndole unas extensiones a una cliente.

Lo primero que le dije a Viviana fue que me contara como había llegado a Medellín, me empezó a contar que salió del colegio y que la mamá no tenía para pagarle el estudio, que se dedicaba a trabajar en casa, a hacer trencitas, pero que, plata para estudio no había.

Efectivamente a eso se dedicó, a hacer trencitas, perfeccionó la técnica que le habían enseñado desde pequeña  y se vino para Medellín con un tía ahí empezó a estudiar en la escuela de belleza Mariela y después la contrataron en “black” la peluquería en la que estábamos  hablando.

Después de ese rápido recorrido por su niñez, la pregunta seguida era ¿cómo se relacionaba con ese espació, cómo era la convivencia con tantos hombres, tantas mujeres juntos todos en un centro comercial semi circular.
Ella dijo.
- yo me relaciono aquí bien aquí nos respetamos, nos damos la ayuda necesaria, todos conocemos a los papás de los otros, obviamente por cuestiones de trabajo de estrés uno tiene mal entendidos o peleas pero de igual forma seguimos siendo una familia y prácticamente lo único que tenemos en Medellín de nuestra cultura.-

Después le pregunté por los clientes y los otros muchachos en general, y con una sonrisa me contó que todos los días conocía a muy buenas personas, que se sabían muchas historias gracias a este trabajo.
Me contó que la gente venía a las barberías muchas veces solo a desahogarse, a buscar un consejo y que eso era lo que más le gustaba de su trabajo poderse relacionar con la gente, conocer diferentes formas de ser.
en cuánto a la otra pregunta delos hombres de las barberías habló sobre el cuidado que ellos  les brindaban, de la seguridad y que eran muy respetuosos con ellas.

por último le pedí que me hablara que pensaba del lugar donde trabajaba, ella dijo “ este lugar es bonito, ponen música muy buena, está mi trabajo y mis clientas fijas, este es mi lugar, acá están todos los míos”
En conclusión y a manera de reflexión es bonito ver como esta gente ha venido a una ciudad que les ha ofrecido algo de su cultura acá mismo, que no se sientan perdidos, que busque identificarse en algo.
Es una muy buena sensación hablar con estas personas tan cálidas, tan amables y lo más importante tan enamorada y respetuosas  de sus raíces

Entrevista Juan Carlos Mosquera





Entrevistador: Iván Darío León
Entrevistado:
Juan Carlos Mosquera
Lugar: Barberías de la playa.


Este personaje es Juan Carlos Mosquera, un joven  nacido en el  departamento del Choco,  tiene 29 años de edad  y se dedica a la barbería desde los 20.

Juan ca, como lo llaman desde pequeño creció al lado de su madre y dos hermanas menores, termino de estudiar su bachillerato a los 19 mientras trabajaba en un bar local, y como tenía más tiempo libre en el día pasaba buen tiempo en la barbería de un amigo donde poco a poco y casi sin darse cuenta este tema de hacer motilados a los de su tierra le iba gustando mas porque veía ahí un buen negocio y además era entretenido ver los rostros de felicidad que tenían cada uno de los que salían de allí con su corte preferido, bien fuera porque lo tomaban como referencia de gente famosa, o a veces simplemente se lo inventaban para quererse ver distintos, de esa forma pidió a su amigo que le fuera enseñando “por los laditos” y el cada vez le prestaba más atención a los motilados que solía llevar la gente negra por la televisión mientras se encontraba allí.
“El trabajo en el bar era bien agotador y la plática no alcanzaba para mucho, entonces había que rebuscar por varios lados haber que se podía conseguir” me expreso Juan ca, y con el pasar del tiempo ya era un trabajados más en la barbería de su amigo  en la cual se hizo cada vez más famoso por el empeño que ponía a cada motilado que hacía y las ideas que a diario les daba a sus clientes y amigos. Cuando más contento estaba con su nuevo trabajo por líos personales tuvo que abandonar  su casa, y la salida más fácil era viajar a Medellín donde un familiar. Llego a esta ciudad de 25 años, nuevo desubicado y su única conocida era la tía su marido y el hijo de ella. Tiempo después su primo lo contacto con un amigo que tenía un restaurante en el centro de la ciudad donde era mensajero y de esta manera comenzó a ver que la comunidad afro en Medellín era numerosa, y que además el “look” de sus peinados lo llevaban acá, igual que en su tierra, hasta que por medio de su labor andando la calle, comenzó a identificar las barberías donde se reunían  gente de la comunidad  Afro colombiana, allí siguió yendo a motilarse, hizo amigos y termino siendo un barbero mas de este lugar.
Ahora Juan Carlos es barbero especializado en cortes Afro Colombianos en la ciudad de Medellín, vive en el barrio San Cristóbal, en el que poco se mantiene por que  estando en su trabajo siente que se encuentra como en pedacito de su tierra rodeado de sus nuevos amigos, con sus mismos pensamientos y costumbres dice Juan Carlos. “Aquí mi trabajo tiene más sentido porque ahora lo hago con más gusto ya que me siento orgulloso de la tierra que vengo y es algo que le mostramos a diario a los blancos de esta ciudad por medio de estos peinados que solo nosotros los negros nos hacemos” Dice Juan ca. Me di cuenta que en esta barbería a la que el 95 % de los que van son Afro Colombianos todos son bienvenidos pero es más un espacio en el que esta gente casi toda  venida del Choco por diferentes razones, allí se congregan, hablan de sus experiencias en esta ciudad, planean encuentros, debaten acerca del fútbol  hacen torneos en videojuegos y además aunque parece un circulo bien cerrado visto desde afuera , son muy abiertos y amables con quienes no pertenecen a esa cultura Afro Colombiana y que van allí a la barbería  por algún motivo.
cuando llegamos al tema de el significado que tienen estos peinados me dejo saber  que hablan mucho de ellos, de su historia, o simplemente son referentes de su cultura; “Estos peinados bien sea que nos queramos parecer a los negros cantantes de los Estados Unidos, a un reguetonero, o como los que prefieren llevar figuras en su cabeza como suele hacerse en choco no nos lo hacemos si no nosotros, son pocos los blancos que vienen a hacerse un peinado como estos, de esta manera se nota que venimos de otro lugar, que nuestras prácticas son otras, y es por eso que orgullosamente nos reunimos y salimos a hacernos notar, para que vean que acá en Medellín también existimos nosotros que estamos en todas partes y que somos orgullosos de ser  lo que somos, unos guerreros lejos de la casa”.
Pude entender que la barbería fue la puerta de entrada a ese grupo de Afro Colombianos que viven en la ciudad de Medellín, pues de esta manera se relaciona con los suyos, es un punto de encuentro que ya todos ellos conocen, y a donde quieren ir cada que pueden.





Entrevista Joaquín,


El arte de moldear el cabello
Estefania Bedoya Pineda, estudiante de comunicación gráfica publicitaria. Universidad de Medellín.
(Fragmento)

Desde aquel momento que entré observando las personas que frecuentan las barberías de la Playa, identifiqué a “juaco” así lo llaman; uno de los barberos más viejos de este sector, lleva 12 años haciendo esta labor.
Es un hombre alto, moreno, de contextura gruesa, cabello crespo y con afro, muy amable y reconocido ante todos sus compañeros de trabajo por su buen humor y excelente manera de tratar a sus clientes.
-“Mis manos quedan grabadas en cada cabeza, quiero darle alguna forma distinta de lo natural, para mí esto es un arte, me lleno de placer y emoción al moldear los cabellos”.
Expresa Joaquín con el rostro lleno de alegría.
Este barbero, como cualquier persona que se apasiona por lo que hace, conoce muy bien la historia de esta profesión, él cuenta que antiguamente quienes cortaban el pelo eran las personas con más autoridad en los grupos sociales. –se pensaba que en el cabello residía el alma de la gente, que era una manifestación de los pensamientos, cortarlo era una forma de quitarse la esencia de lo malo acumulado en ellos y renovar energías.-
Joaquín me conmueve cuando me cuenta todo esto, se siente inmediatamente la felicidad de hacer y conocer tan bien su trabajo.
Él se siente una persona distinguida y respetada por los demás, además comenta que no solo estos sitios son frecuentados única y exclusivamente para realizar motilados: estos lugares se convierten en puntos de encuentro y de reunión, como clubes donde se conversa sobre temas comunales.
Joaquín habla con mucha convicción cuando cuenta historias sobre los orígenes de las barberías; desde la primera vez que lo estuve observando en una de sus citas; mientras atendía a uno de sus clientes le contaba el porqué de los colores y el símbolo del cilindro que hacen característica a una barbería: -Los primeros barberos eran franceses. De ahí los colores, en cuanto al cilindro es una aportación del Art Deco al mundo-.(Explica  joaquín con un aire de erudición a uno de sus clientes).
Este personaje me ha parecido bastante peculiar, y aunque comparándolo con sus compañeros de trabajo “Juaco” no es tan popular, me llamo la atención la forma en que desempeña y ve su labor; es un modelo para que todos veamos nuestros trabajos desde ese punto de  vista apasionado con ganas de aprender y compartir todo lo que conocemos y no hacer las cosas solo por un cumplir.

Entrevista Wilmar.


Entrevistadora: Mariana Galvis.
Entrevistado: Wilmar Vallejo
Lugar: Barberías de la playa.
Fecha: Jueves 9 de Mayo.


Estaba cayendo la tarde, pitos, gritos olores, se sentían desde el interior del paseo la playa.
eran las 5:40 de la tarde y yo estaba sentada en una tienda al frente de la barbería, miré un rato a mi personaje, lo detallé, y me grabé algunos aspectos físicos de él, de tez morena, como todos los de la barbería, alegre, de estatura media y 25 años aproximadamente.
Me acerqué le pregunté si se acordaba de mi.
-sí, claro- Respondió.
Entonces procedimos a empezar con la entrevista, me presenté.
- Mi nombre es Mariana Galvis, esta entrevista es para un trabajo de antropología sobre las barberías afro en la playa, ¿cuál es su nombre?
-          Bueno, Mi nombre es Wilmar Vallejo.
Después de presentarnos le pedí que me dijera todas las palabras que se le venían a la mente si pensaba en el lugar en el que trabajaba.

Se quedó callado pensando un rato, y luego, empezó a decirme que pensaba en la gente, en la música, en la bulla, en las sonrisas de las personas que salían felices lo que se habían hecho en el cabello,  dice que es el lugar donde se encuentra con sus amigos de infancia , donde se ríe y charla, que es como su casa.

Seguido a esto, le pregunté cómo había llegado a Medellín y el empezó a contarme de las poquitas posibilidades que habían en chochó, en busca de unas mejores llegó a Medellín y se encontró con uno de sus primos que era peluquero, en ese entonces, Wilmar, tenía 18 años y dejó los estudios por venir a trabajar acá; Desde eso se, dice él, se ha dedicado a la barbería, había pasado por varias, pero finalmente gracias al esfuerzo y la dedicación, ahora  tiene la barbería propia.

Finalmente le lancé la pregunta que respondía y condensaba lo que me interesaba de la entrevista y le pregunté cómo se sentía relacionado con el espacio en donde trabajaba, a lo que él respondió después de un tiempo de reflexionar y después de una sonrisita, dijo, “ es que esta es mi casa, yo acá tengo todo, televisor, amigos, baño, solo me falta la cama” esto más que mi zona de trabajo es el lugar donde me encuentro con mis primos, mis amigos, conozco gente que conozco a diario”
y concluye con que es el lugar donde lleva los últimos 7 años de su vida y hasta ahora todo ha ido muy bien.
Me despido de Wilmar, le doy las gracias por el tiempo, apago la grabadora y antes de irme pido una canción digna de la cultura afro(Zimbabwe- Bob Marley)  a modo de agradecimiento.